tbrazil escribió:A raiz de los diversos comentarios que haceis deberiamos plantearnos una pregunta básica ¿qué es lo que esperamos de una reunión/party, etc...?
Buena pregunta. Ya que estamos, nos puedes contar lo que esperas tú para acudir. Además, sería una opinión interesante, puesto que viviendo en la zona de Barcelona, con esas excelentes infraestructuras de comunicación tú has tenido oportunidades de acudir a eventos de retroinformática en Cataluña, y sin embargo, no has creído oportuno acercarte a ellos, aunque fuera sólo como visitante. ¿Qué les falta para ser atractivos?
tbrazil escribió:Este año no pude asistir a Retromadrid pero por cosas como lo de Gominolas bien vale la pena. De hecho creo que ,año a año, se estan haciendo esfuerzos bastante interesantes en ofrecer algo más. No creo tanto que hagan falta más reuniones sino seguir potenciando lo que ya hay.
Pero es que lleva años potenciándose y no se ve que la gente esté dispuesta a moverse. Te pongo un ejemplo: el año pasado RetroEuskal organizó la mayor exposición jamás realizada sobre material Sinclair en España, se trajo a parte de la redacción de Microhobby, prácticamente se estrenó el corto de "La puerta de Sinclair", se pudo jugar a clásicos y novedades en máquinas reales, aparte de más talleres y actividades de cachondeo y cena para charlar con la gente. ¿Cuántos de los habituales de las comunidades internautas fans de la marca se organizaron un viaje? ¿Qué echabas en falta para acudir? Siempre has preguntado que para cuando una reunión de Sinclair.
tbrazil escribió:No digo que vernos con los colegas año a año este mal, ni mucho menos, pero conferencias y cosas así marcan la diferencia. Te dejan mejor sabor de boca y muchas más rabia sino has podido asistir (¡menos mal quelos videos se cuelgan en la red!
Lo malo es que si la sala está vacía, es muy probable que para la próxima ocasión no se haga. Organizar, contactar y celebrar una charla cuesta dinero y tiempo. No hay nada más desolador que traer a alguien que puede contar cosas muy interesantes y la sala de conferencias esté casi vacía. Y de esas, ya he podido ver varias ocasiones, por desgracia.